Había una vez una pequeña nota musical. Estaba sóla, escrita en un papel que había sido arrancado de un cuaderno, arrugado y tirado en una papelera.
Esta nota se sentía muy triste y deseaba llorar, pero no sabía cómo hacerlo, pues no sabía ni su nombre, ni cómo debía sonar. Ni siquiera le aconpañaba una clave.
Y así transcurría su vida.
Un buen día, cansada de su soledad, se dijo que ese no era destino para alguien como ella. No había sido creada para nada. Y armándose de valor salío, como pudo, de aquella papelera y se aventuró a la calle.
Allí vió el sol, vió los árboles, escuchó el canto de los pajaros...y pensó: -Qué mundo más maravilloso. Me alegro de haber tenido la fuerza y la valentía para salir a verlo.-
Y viajó por todo el mundo.
Pasó el tiempo y de nuevo empezó a sentir la soledad. Aquello era demasiado bello para no compartirlo con nadie. Así fue como se embarcó en una nueva cruzada: encontrar a más notas que puediesen estar como ella. Y puso un anuncio.
Y acudieron otras que, como ella, habían sido abandonadas en una papelera. Pero cuando la vieron, todas se burlaron de ella:- Bah, una nota sin nombre y sin sonido, ¿quién la querría como amiga? -.
En ese momento se sintió más sóla y más triste que nunca.
Ya no le quedaban fuerzas para seguir, y decidió abandonarse para siempre.
Vagó, abatida, por calles hasta que llegó a un parque. Allí le pareció oír, tararear, una melodía conocida.
No podía ser. Sería su imaginación que le jugaba una mala pasada.
Al ir avanzando, cada vez se oía más y más fuerte. Se estaba acercando.
De pronto se vió a los pies de un hombre que canturreaba, meciendo el cochecito de un bebé... y ahí se dejó caer.
Aquel hombre vio como el viento depositaba un trozo de papel a sus pies.
Se agachó, lo recogió y de sus ojos brotaron lágrimas.... Su pasado vino a él.
-Aquel día mi esposa se puso de parto, y no pareciá ir bien. No recuerdo muy bien qué hice después....-
Y sacó un lápiz de su bolsillo y escribió algo en él.
En ese momento, la pequeña y triste nota, dejó de estar sola. Ahora la acompañaban otras. Ahora tenía un nombre y un sonido y formó parte de la más bella canción de cuna que jamás ha existido.
FIN
Texto original de Regina Palomares
very baautiful
ResponderEliminarGracias por dejar vuestro comentario. Pero me encantaría, aunque no tengáis cuenta de google, me pusieras vuestro nombre.
ResponderEliminarGracias