miércoles, 1 de enero de 2020

Hoy me visten de gala

¡Por fin!
Todos los días igual: manteles individuales descoloridos; servilletas, aunque de tela,  desparejadas; vasos: cada uno de su padre o de su madre ( en algunos casos son reciclados de cremas de cacao); con los cubiertos ocurre tres cuartos de lo mismo... Eso encontraríamos en cualquier casa si llegáramos de improviso. El carrusel del día a día nos priva de la magia de lo extraordinario, y nos obliga a caer en la burda monotonía del hule de plastiquete.
Pero hoy no, hoy la mesa viste sus mejores galas. Siempre que tenemos alguna comida o cena especial hacemos jornada de puertas abiertas en los muebles del salón.  Que si la mantelería bordada de la abuela, la vajilla de porcelana de mamá, la cristalería que compré con el primer sueldo, y se nos queda una mesa digna de cualquier portada de revista.  Vamos,  que  Sonsoles de la Peña nos haría la ola.
Pero eso  sí, no hay nada que vista mejor una mesa que unas buenas viandas. Mi abuela, que era muy sabia, me decía: nena, más pan y menos manteles... Creo que va a ser por eso por lo que no prestamos mucha atención en el día a día. Pues como iba diciendo,  si en  Nochebuena disfrutamos del buen yantar, en Nochevieja quemamos todos los cartuchos. Hay que terminar el año con broche de oro y comenzarlo de igual modo. Cosas sencillas, sin mucha elaboración, pero productos de muy buena calidad, es éxito asegurado para la última noche del año.

Este año, la comida de Año Nuevo ha cambiado de escenario. Siempre lo celebramos en casa de mis padres, pero este año me apetecía anfitrionar,  así que  desempolvé el ajuar y dejé a Ramón como organizador del menú y yo me ocupé de vestir de gala nuestra mesa y cómo no, de la nota dulce.
Para esta ocasión he pensado en chocolate: un delicioso y elegante fondant.
Este postre, maltratado en muchas ocasiones, es perfecto para culminar una celebración y si lo acompañamos de crema inglesa y unos frutos rojos, es el maridaje perfecto. Pero en este caso voy a omitir la salsa ya que no quiero enmascarar su sabor.
¡Manos a la obra!

Fondant de chocolate     (para 6 personas)

Necesitaremos 6 flaneras o moldes metálicos; o 6 ramequines o moldes de cerámica de unos 9 o 10 cm de diámetro

Ingredientes:

- 225 gr de mantequilla y un poco más para engrasar los moldes
- 1 y 1/2 cdas de harina y un poco más para espolvorear los moldes
- 225 gr de chocolate para fundir
- 5 huevos M
- 110 gr de azúcar
Si queréis, cacao en polvo o azúcar glas para decorar ( yo no lo uso)

Elaboración:

Como esta receta se puede hacer con antelación, si es vuestro caso, pasamos al siguiente paso, y si la vamos  a consumir inmediatamente, precalentad el horno a 200°C.

Preparad los ramequines o flaneras. Para ello engrasamos los moldes bien y los cubrimos con un poco de harina. Agitad bien hasta que la harina cubra toda la mantequilla y eliminad el exceso.



Fundid el chocolate y la mantequilla en el microondas o al baño María y dejad que se enfríe un poco






Batid los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla blanquee.




Añadid el chocolate fundido a este bol e integrad bien.




Añadid la harina tamizada e integrad bien, con sumo cuidado.



Verted la mezcla en los recipientes sin llegar al borde. Yo siempre uso una cuchara de servir helado para repartir bien la masa.




Si lo vamos a hornear más adelante, cubriremos los moldes con film y los mantendremos en la nevera. Se pueden hacer de un día para otro. Pero es necesario que estén a temperatura ambiente antes de meterlos al horno  o puede variar el tiempo de horneado y fracasar en el resultado esperado.




Si los queremos consumir en el momento, los horneamos durante 5 o 6 minutos, si usamos moldes metálicos; y entre 12 y 14 minutos, si usamos  moldes de porcelana.



Siempre las suelo preparar con antelación porque estoy más tranquila y puedo dedicarme a otra cosa. Eso sí, una hora antes de la comida o cena,  los saco de la nevera y cuando nos sentamos a la mesa pongo el horno a precalentar a 200°C. Cuando sirvo el plato principal los introduzco  en el horno   y así me aseguro que nos los tomaremos recién hechos.

Cuando los saquéis del horno, esperad un par de minutos para desmoldar o no saldrán bien. Con un cuchillo, pegadito al molde, despegad el fondant si es necesario, colocad un plato encima, y con cuidado de no quemaros, volteamos el plato.




El fondant ha de quedar cocido por fuera y líquido por dentro. No significa que esté crudo o poco hecho, es así.


Seguro que en muchos restaurantes, en la carta de postres, habréis visto el coulant de chocolate. Este es un primo hermano del postre de hoy, varía en que este último se congela y luego se hornea para conseguir ese centro líquido. Pero eso quizás lo veremos en otra ocasión.

Espero que hayáis disfrutado estas Fiestas. Por cierto, Feliz Año Nuevo a todos.
Aún nos queda Reyes con el típico roscón. Dosificad que aún nos quedan cartuchos que quemar y a partir del 7, de nuevo a la realidad. Bendita rutina de pollo a la plancha y verdura al vapor. Que, de vez en cuando, pasarse está bien, pero debemos llevar una dieta saludable.

Hasta el próximo dulce y...

Bon profit!







1 comentario:

  1. As reported by Stanford Medical, It's really the one and ONLY reason women in this country live 10 years longer and weigh an average of 19 KG lighter than we do.

    (And by the way, it has totally NOTHING to do with genetics or some secret exercise and really, EVERYTHING related to "how" they are eating.)

    P.S, I said "HOW", not "what"...

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