Y de postre, ¿qué?

Ese es mi eterno dilema. Cualquier persona normal se cuestionaría: de dónde venimos, hacia donde vamos, qué es la felicidad...lo típico, vamos... pero es que yo no soy una persona normal (si, lo se). Yo me pregunto constantemente: Y de postre, ¿qué?

Últimamente no dejo de pensar en dulces, chocolate, cremas....incluso me sorprendo a mí misma, en el trabajo,  pensando qué puedo hacer de postre, por  ejemplo,  para celebrar mi santo (y el de mi mami), que es hoy  7 de Septiembre: como la canción de Mecano.



Después de devanarme los sesos, de hacer encuestas (entre mis familiares), y de hacer caso omiso de ellas...al fin he encontrado el postre perfecto: CREMA CATALANA. Y es que en este mes  se celebra "la Mercè" en Barcelona y, aunque en mi familia no hay ninguna, es una fecha muy grata para mí, pues tuve la suerte de viajar allí  con mi madre, y tengo muy buenos recuerdos.





He de reconocer que, aunque el motivo del viaje  no fueron las fiestas (fuimos a un concierto de Carlos Santana), disfrutamos muchísimo haciendo turismo por la ciudad y viendo "els gegants",   " els Castellers", y el "Piromusical "









 Además estuvimos en lugares emblemáticos tales como el "Mercat de la Boqueria",  "El Bosc de les Fades", y una maravillosa coctelería llamada Boadas en la que...ejem... tuvimos el placer de probar el coctel del día:  "la Mercè"  (no comment).  Estaba buenísimo y nos reímos muchísimo.... ahí lo dejo.








Qué delicia de viaje, y qué delicia de postre....CREMA CATALANA....mmmmmmm!

CREMA CATALANA  (Caprice de Dieu)
(para unas 8 raciones)


Para la elaboración necesitaremos: un cazo, un bol grande,  uno pequeño y una varilla manual.

También unas cazuelitas de barro o cerámica  de unos  10 o 12 cm de diámetro y un quemador o soplete.

         

Ingredientes:

- 1 litro de leche
- 8 yemas
- 200 gr. de azúcar
- 50 gr. de maizena
- la corteza de media naranja
- la corteza de un limón
- 1 palo de canela (si lo partís por la mitad es más aromático)

Elaboración:

Es muy importante que lavéis bien la naranja y el limón, los sequéis bien  y que peléis muy fina la piel, pues "lo blanco" es bastante amargo y puede estropearos el sabor.

Se pone en un cazo a calentar la leche (menos un vaso) al mínimo  con la canela, la naranja,  el limón y el azúcar.

 Separamos las yemas de los huevos y las batimos.

 Desleimos la maizena con la leche, que habíamos apartado (así no se forman grumos),

 y añadimos a las yemas poco a poco.

Vertemos esta mezcla en el cazo y removemos sin parar.

  Una vez la leche esté bien caliente, se quitan las cáscaras del limón,  la naranja y la canela.
y sin dejar de remover subimos un poco la temperatura.
Es muy importante no dejar de remover, pues es muy fácil que se pegue al fondo y se queme.

Una vez haya espesado lo suficiente, lo apartamos del fuego y lo vertemos en las cazuelitas.

Hay que dejarlo enfriar bien y luego meterlo en la nevera.


Ahora viene lo mejor: Antes de servirlo hay que espolvorear una o dos cucharadas soperas de azúcar por encima de la crema

 y quemarla con ayuda de un soplete...

 ...o quemador (me encanta como chisporrotea el azúcar al quemarlo ... es la traca final...).

Lo que más me gusta de este postre es que no es nada pretencioso.



 Aparentemente parece una natilla quemada. Nada más lejos de la realidad.

  Lo que lo hace  especial  es ese contraste de sabores: la suave textura de la crema fría con un sutil toque cítrico y el amargo dulzor caliente y crujiente del caramelo.... ciertamente exquisito.


Sí, es exactamente eso: sencillo pero sofisticado a la vez. Lo que me lleva a pensar en un magnífico libro  llamado  " La Elegancia del Erizo" ( tambíen hay una película),

Espero que la hagáis, pues os va a encantar. Ah, por cieto,  mi peli recomendada para disfrutar con este postre es AMELIE.

Hasta el próximo dulce y...

BON PROFIT!