Si le preguntamos a un niño qué festividad es, seguro que te contesta: ¡¡¡Halloween!!!!.... Estamos perdiendo nuestras tradiciones para dejarnos seducir, cual marino por sirena, por otras ajenas a nosotros.
Si bien es cierto que nuestros hijos, sobrinos, etc tienen tantos "estímulos" hacia esas importadas tradiciones, que es muy probable que en un futuro las adopten como propias.
En el colegio, en los propios pueblos se celebra la "Noche de Halloween" y todos se disfrazan (como si fuera Carnaval). Incluso en algunos lugares van por las casas, pidiendo caramelos diciendo "truco o trato"....y claro, si llaman a tu puerta te quedas como petrificado, sin saber qué decir, y te ves, corriendo a buscar en el bolso a ver si te queda algún caramelillo de esos que te salvan de la carraspera....total que al final participas también de todo este tinglado...en fin... que uno sólo no puede luchar contra el resto del mundo....
Muchos lugares, de nuestra geografía, tienen su dulce típico: los huesos de santo, los "panellets", los buñuelos de viento... Pero esta vez voy a ser transgresora.
Yo voy más allá: me he propuesto reconciliar dos culturas en un mismo dulce. No, no me he vuelto loca, ni me he pasado "al lado oscuro", pero tampoco es una idea tan descabellada. Además, culinariamente hablando, tampoco estamos tan lejos los unos de los otros...
Pensad, ¿qué es lo más típico que te puedes encontrar la Noche de Halloween?....una terrorífica CALABAZA!,
Y ¿qué postre no falta nunca en una mesa, ese día?...pues una CALABAZA al horno, debidamente "dopada" !
En este punto quiero hacer hincapié en cuanto al "doping" se refiere. Si hay un maestro en esto, ese es, sin lugar a duda, mi suegro. Cuando llega el día 1 de Noviembre, siempre nos prepara unos boniatos y una calabaza al horno... Ese momento en el que saca la bandeja, crea tanta expectación....me encanta: - "Este año..... no están muy dulces...."- dice mientras se le escapa una pícara sonrisa. Y claro, como todos los años, ya no le creemos.Su calabaza al horno y la mermelada de calabaza no difieren en nada ....
Dicho esto no creo que haya mucha duda sobre la receta que voy a compartir. Seguro que ya sabéis que será de calabaza....Sí, pero como dije antes quiero hermanar gastronómicamente estas dos tradiciones.
CUPCAKES DE CALABAZA
(Para 12 u.)
Esta vez no necesitamos ninguna máquina, sólo una varilla manual y dos boles.
Ingredientes:
- 1 taza de calabaza en puré (casera o en lata)
- 1/3 de taza de aceite de oliva suave o girasol
- 2 huevos L
- 1 taza de azúcar
- 1 y 1/4 de taza de harina
- 1/4 de taza de leche
- 1 cta. de extracto de vainilla
- 1/2 cta de levadura
- 1/2 cta de bicarbonato
- 1 cta de canela
- 1/4 cta de nuez moscada
- 1/4 cta de jengibre
- 1/4 cta de clavo
- 1/4 de cta de sal
Elaboración:
Preparar con antelación el puré de calabaza. Para ello cogemos unos 400gr de calabaza, pelada y la ponemos en una cacerola, con un poco de agua y la ponemos a cocer. Debemos vigilar que no se queme e ir añadiendo agua, según sea necesario. Ir comprobando con un tenedor que esté blandita. Cuando tenga el punto adecuado, escurrimos toda el agua y la prensamos.
Precalentamos el horno a 170º y disponemos las cápsulas en el molde para cupcakes.
En un bol ponemos la calabaza y el aceite y lo mezclamos bien. Añadimos el azúcar, la leche y la vainilla. Lo batimos todo muy bien. Añadimos los huevo de uno en uno y continuamos batiendo hasta que la masa sea homogénea.
Tamizamos la harina con la levadura, el bicarbonato y las especias y lo añadimos con mucho cuidado, con movimientos envolventes.
Llenamos las cápsulas no más de 3/4 de su capacidad ayudándonos con dos cucharas y horneamos, en el centro del horno, unos 20 minutos, o hasta que estén doraditos.
Dejar enfriar en el molde 5 minutos, una vez fuera del horno, y luego pasar a una rejilla hasta que se enfríen por completo.
Mientras se están horneando podemos aprovechar para preparar el glaseado.
Para el glaseado:
(Basado en la receta de Alma Obregón)
- 125gr de queso crema (no light) bien frío
- 120gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 300gr de icing sugar (en su defecto, azúcar glas tamizado)
- 1/2 cta de canela
- 1/2 cta de leche
Para ello debemos utilizar una varilla eléctrica.
En un recipiente ponemos la mantequilla, el azúcar, la canela y la leche. Lo batimos bien. Cuando esté bien mezclado añadimos el queso bien frío y continuamos batiendo hasta que adquiera la textura adecuada.
¡Es muy importante que los cupcakes estén bien fríos!....Nota para los impacientes. El glaseado no aguantará y se acabará espachurrando.
Un consejo es conservar los cupcakes en un recipiente hermético y el glaseado en el frigorífico. Decorar en el momento de servir.
Si no es posible.... decorar y conservarlos en un recipiente cerrado en el frigo (llevan ¡queso!).
Por último podéis decorarlos al gusto.
Yo lo he hecho moldeando estas calabazas con pasta de goma
Disfrutad con esta escena de "Pesadilla antes de Navidad"
Bueno no me queda mucho más que añadir.
Pasad una terrorífica noche de Halloween, o una tranquila víspera de "todos los Santos".
Hasta el próximo dulce y....
¡Bon Profit!
P.d. Perdonad la falta de fotografías, pero he tenido una pequeña riña con mi horno.... y esto me ha trastornado un poco....seguiremos informando.
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